30 jun 2007

19 jun 2007

...pero no quiero estar aquí

- ¿Te acuerdas?
- Sí, me acuerdo.
- Lo dices como si hubieras cambiado de sentimiento... como si ya no me quisieras. Dime que aún me quieres.
- Sí, te quiero.
- Repítelo. Quiero estar seguro de que no estás mintiendo.
- Sí, te quiero, te quiero. Y sé que tú me has querido siempre.


Austin TV - Ella no me conoce

15 jun 2007

Untitled

- ¿Harías cualquier cosa por mí?
- Sí.

Antes, ella lo besa, no con amor, sino con esos besos engañosos antes de soltar la mordida. Ella, lo previene. Su tibia lengua recorre sus labios una y otra y otra vez, como si quisiera desgarrarlos y tragarlos y encerrarlos en su interior, como si fueran los últimos que probará en su vida.
Él dijo sí. Sin saber que vendrá, pensando que el amor es algo que se debe probar. Cálidamente poseido trata de sonreír, mientras dos trozos enrojecidos lo amordazan.

Dedos suaves y calientes, aguja e hilo... bastó un poco de presión y frialdad para que esos labios confiados se enmudecieran.
Ella exhaló con placer y descanso. Encontró en esa serie orificios enlazados una turbulenta excitación.

- ¿Harías cualquier cosa por mí?

El sólo pudo asentir, con una calma dolorosa.

Ella ríe y, perversa, se burla, pero él, extasiado por la suavidad de esa piel desnuda que lo cubre y lo alimenta, disfruta la dulce agonía de sus labios mutilados y silenciados.

Ella lo sabe y se aprovecha. Lo recorre de pies a cabeza, no discrimina ningún rincón, lo lame, lo muerde y lo mastica, lo saborea.

Él sólo puede sentirla, la disfruta con los ojos abiertos, mientra ella con los suyos cerrados, va de arriba a abajo, fiera y delicada.

En un instante los dos se sincronizan, el quiere gritar mil y una palabras, de esas que prenden y sorprenden, y te hacen rogar por más.

Pero mientras el placer aumenta, así también la sangre brota de sus labios, lo que más satisfacción le produce lo está llevando al dolor más dulce que ha padecido su cuerpo. Quiere que pare, terminarlo.

Él la tumba con fuerzas sobre su espalda, la mece, y las sábanas se convierten ya en una lija húmeda que con cada movimiento la acerca más a la explosión total de su cuerpo.

El tiempo desespera, el final retenido encuentra el camino y en un segundo revienta en sus cuerpos llenándolos de sangre y electricidad.

Ella grita, gime y se silencia. Él sólo se retuerce, mudo, la rasguña y despera.

La efervescencia del placer.

10 jun 2007

Luces, cámara y ¡comienza!

Cuándo aquella pequeña de 16 años, que escuchaba Cursi y Vamos a Jugar, se imaginaría que los entrevistaría. Fue al final, cuando ya las vibraciones de la música y las cervezas fluían en mi torrente sanguíneo. Reivindicación por cierta noche que tuve que entrevistar a Ramón Ayala y a Los Invasores de Nuevo León. Gracias karma.



- Aprovechando, ¿me autografían la espalda?

Y pues la del recuerdo. Va!

Y aunque le metieron mano a mi nota, eliminando los párrafos de la entrevista (Já), entre otros, pues aquí está. Pobresilla la manoseada.

http://www.elimparcial.com/edicionimpresa/Hoy/Espectaculos/20070611Home.pdf

Quee padreeeeeeeeee!

2 jun 2007

Todo o nada

La bomba cae
Verdad es igual a soledad
Nada ni nadie
Todo es nada
El deseo se esfuma
El deseo no basta
Ni las preguntas
Ni los porqués
La respuesta tampoco serviría
La única verdad
La leal soledad
Si estoy o no estoy
Si soy lo que fui
Lo que hoy soy
O lo que seré
Todo o nada

1 jun 2007

El exceso de mayo

Terreno desconocido.
Subir y caer al precipicio.
Subir otra vez.
Alto y más.
Diez veces más.
Fuck, yeah.