Al grano: que pequeños son los rockeros de hoy. Atrás quedó la corpulencia y hasta la musculatura que muchos de ellos se preocupaban por lograr.
No me quejo, al contrario. Qué padre que parezca que la guitarra o el bajo les queda grande. O que se vean minúsculos y de repente abran su boca y salga una potencia extraordinaire.
Y que suave que no lucen como que apestan y que saben que existe algo llamado champú. Diablos, hasta sé que usan acondicionador y tienen una extensa colección de lociones.
Mmmmmm... J'aime les petits rockers.
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2 comentarios:
Rocker, esos ya no son malditos son buenos productos, gracias por tu croniquita y por el placer de vivirte en letras. Felicidades por tu felicidad contagiosa.
Eres lo mejor.
Lo sé.
;)
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